Retos de las Ciudades

Ventajas de las Healthy Smart Cities®

Las ciudades saludables e inteligentes son el futuro porque persiguen mejorar la calidad de vida de las personas, promoviendo la sostenibilidad y la innovación. Estas ciudades utilizan tecnologías y prácticas sostenibles para equilibrar el desarrollo económico con la protección del medio ambiente. Las Healthy Smart Cities® representan la mejor alternativa para un desarrollo urbano  saludable, equitativo y sostenible.

En las ciudades saludables e inteligentes, los ciudadanos disponen de  transporte público y alternativo eficiente; un aire más limpio; un mejor acceso a los espacios verdes y una mayor seguridad en las calles. Además, estas ciudades buscan promover la igualdad de oportunidades y la inclusión social, lo que significa que las personas de diferentes orígenes, géneros y edades pueden disfrutar de los mismos beneficios que ofrecen las urbes. La ciudad deja de ser un entorno hostil para convertirse en cuidador y potenciador de las personas.

Las Healthy Smart Cities® tienen además un impacto positivo en el desarrollo cultural, social  y económico de familias y  comunidades.

Impulsan el comercio y los servicios locales al atraer inversiones y favorecer la implantación de negocios de proximidad y el crecimiento empresarial.

El nuevo paradigma ofrece a las personas un entorno saludable donde desarrollar sus habilidades personales, profesionales y sociales.

niños en bicicleta con globo en el parque

Retos de las Healthy Smart Cities®

Las ciudades deben hacer frente a problemas tan importantes como la contaminación atmosférica, la movilidad, la gestión de los residuos, el acceso a los servicios sanitarios o el abastecimiento de agua.

Según ONU-Habitat, las ciudades, que abarcan menos del 2% de la superficie del planeta,   consumen el 78% de la energía mundial y producen más del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Si bien cada ciudad tiene sus particularidades, hay una serie de problemas que resultan comunes en las grandes urbes y que afectan a nuestra calidad de vida y nuestra salud.

Contaminación
  1. Contaminación atmosférica: La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 7 millones de muertes al año en el mundo son atribuibles a la contaminación atmosférica en las grandes ciudades.Los nuevos niveles de referencia de la OMS para la calidad del aire, inciden en las  las PM, O3, SO2, CO y en otros contaminantes perjudiciales para la salud.

  2. Contaminación acústica. El ruido , (sonido excesivo y molesto) de las actividades humanas (circulación, industria, obras, locales de ocio…) tiene efectos perjudiciales para la salud física y mental de las personas. Solo en Europa, el ruido causa 12.000 muertes prematuras cada  año, según los datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA).

  3. Movilidad. Los ciudadanos se enfrentan diariamente a dificultades de traslado, atascos,  atascos y pérdida de tiempo. Hay que optimizar la eficiencia de la movilidad urbana, promover el uso de energías limpias e incentivar la actividad física. De esta forma, reducimos contaminación y mejoramos movilidad y salud física y mental de las personas. 

  4. Espacios verdes. Jardines y parques han ido perdiendo terreno frente a la construcción urbana.  Incrementar la presencia de naturaleza en las ciudades mejoraría la calidad del aire, combatiría el efecto «isla de calor», y reduciría el estrés.

  5. Desigualdad social: Las grandes ciudades contribuyen a agrandar la brecha económica y social entre sus habitantes. La falta de acceso a los servicios básicos y la segregación espacial deben combatirse desde el urbanismo y la arquitectura saludables.

Alrededor de un 56% de la población mundial- unos 4.400 millones de personas- vive en la actualidad en las ciudades. Es una población que crece exponencialmente, de manera que se calcula que en 2050, casi  7 de cada 10 personas vivirán  en ciudades. En ellas se genera más del 80% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial. Las ciudades son fuente de riqueza, empleo, conocimiento e innovación.

Su complejidad las convierte en un espacio de oportunidades pero también de grandes desafíos. Elevados niveles de contaminación atmosférica y acústica, problemas de movilidad, la falta de espacios verdes o desigualdad social son algunos de ellos. Para solucionar estos y otros retos, es necesario diseñar desde el consenso y utilizando las herramientas tecnológicas de las que disponemos, una ciudad saludable e inteligente.

Uno de los problemas más acuciantes para las ciudades actuales es la contaminación. El aumento de la circulación y de la industria han disparado a niveles insalubres la contaminación del aire. También preocupa la contaminación y escasez de los recursos hídricos. Estos factores son estratégicos puesto que pueden provocar problemas de salud pública causando  enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así como cáncer y enfermedades neurológicas.

Las Healthy Smart Cities® pueden abordar estos problemas gracias a la aplicación de las máximas de la arquitectura y el urbanismo saludable, utilizando tecnologías innovadoras como sensores IoT y sistemas de monitorización.

De esta forma, podemos medir en tiempo real la calidad del aire, el volumen de tráfico o el uso de cualquiera de los servicios públicos y tomar las decisiones más oportunas para gestionar aquello que impacta en la salud física, mental y social de las personas.

En el diseño de las ciudades saludables tienen un importante papel los transportes públicos sostenibles como el metro o la bicicleta, relegando al vehículo particular a un segundo plano y ganando terreno para el peatón. 

Combatimos así contaminación y sedentarismo, mejorando la calidad y esperanza de vida de los ciudadanos. 

Las Healthy Smart Cities® afrontan estos y otros grandes problemas poniendo a las personas en el centro. Existen numerosas e innovadoras soluciones para resolver estos retos y diseñar las ciudades del futuro.

Ciudadanos, autoridades, organizaciones, empresas e instituciones deben deben debatir y acordar la implementación de  políticas de planificación urbana que velen por la salud y el bienestar de las personas, sin que ello signifique sacrificar crecimiento y desarrollo económico.

Cuando diseñamos la ciudad pensando en el bienestar de las personas que la habitan, estamos garantizando un desarrollo sostenible y cuidando también del medio ambiente y del planeta.

Criterios de las Healthy Smart Cities®

Heralthy city
  • Urbanismo que propicie la arquitectura saludable, permitiendo y regulando que los edificios sean ventilados y soleados. Healthy Smart Buildings: eficientes y saludables. Confort higrotérmico, confort acústico, iluminación, calidad del aire, ergonomía, toxicidad de materiales, bienestar mental,
  • Segura y accesible para ancianos, personas con movilidad reducida, niños y otras personas vulnerables.
  • Impulsa el desarrollo de los barrios. Distancias a pie o bicicleta para prevenir el sedentarismo.
  • Naturación de espacios públicos urbanos y periurbanos que aporten valor ecológico en la ciudad. Transformar carreteras en vías verdes. Más espacio para los peatones.
  • Control de la contaminación  atmosférica, acústica, lumínica y del agua.
  • Incorporar tecnología de las Smart Cities para reducir el consumo energético y la contaminación.
  • Trabajo con el ciudadano bottom- up para desarrollar  iniciativas que transformen las ciudades fomentando la participación ciudadana.
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